
Pero lo que nos importa es el quinto, con Nowitzki sin fiebre y Lebron con ganas de revindicarse. El partido no se pareció en nada a los anteriores, en este los Mavericks salieron a anotar y a mandar desde el principio. No querían depender de otra remontada milagrosa si no que querían destrozar a Miami desde el principio y jugando bien. A Lebron se le veía incómodo, no jugaba a gusto y además no le entraban los tiros que suele meter. Y si además de eso Wade en un choque con Cardinal (sorpresa preparada por Carlisle superando otra vez más a Spoelstra) se daña la cadera y tiene que dejar el partido y Lebron sigue sin tomar el mando del equipo las críticas iban a ser aún mayores. El golpe de Wade fue en la primera mitad y tuvo que irse a los vestuarios y aunque volvió al final del segundo cuarto no apareció en el quinteto titular del tercero.

El partido, como todos los de estas Finales, se decidió en el último cuarto. Dallas fue por delante todo el partido hasta que apareció un magnífico Wade que llegó a poner a su equipo 95-100 a falta de 4:37. Pero entonces aparecieron Jason Terry y Nowitzki para empatar el partido y luego decidirlo a favor de los texanos con un marcador de 112-103. A parte de las dos estrellas de los Mavs el que apareció durante todo el partido fue "El número 11". Barea no es que estuviese jugando mal las Finales, el problema era que no le entraban los tiros a pesar de hacer una buena elección pero ayer todo cambió y anotó 4/5 en triples (13/19 los Mavericks) recuperando su versión de las series frente a los Lakers y frente a OKC. No solo Barea, ayer se recuperó la versión de los Mavs de series anteriores al correr más.
Los mejores de Dallas fueron Dirk Nowitzki (29 puntos) y Jason Terry con 21 puntos y 6 asistencias, aunque también hay que destacar la enorme labor de Barea (17 puntos y 6 asistencias) y Tyson Chandler con 13 puntos y 7 rebotes.

Por parte de los Heat el mejor fue Dwyane Wade a pesar de pasar bastantes minutos entre el banquillo y el vestuario. Lebron James aportó un triple-doble, el más triste de su carrera, con 17 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias. Las críticas a Lebron van a ser enormes, basándose en su poco acierto en los momentos finales (2 puntos en el último cuarto). Lebron tiene 2 partidos para redimirse y dar la vuelta a la tortilla a pesar de que en mi opinión sus Finales no están siendo tan malas como las pintan. Aporta rebote, mucha defensa (es lo que va a acabar ganando las Finales) y está haciendo de playmaker en grandes fases del partido porque a Bibby ni está ni se le espera. Ahora los Heat tienen que tratar de recuperar anímicamente a Lebron y tratar de que Wade se recupere de los dolores en su cadera.
Miami a pesar de recuperar a sus dos estrellas tiene bastantes más cosas que ajustar como la defensa sobre Nowitzki (Haslem tiene que jugar más), cómo parar a Barea si le vuelven a entrar los tiros y sobre todo controlar las pérdidas de balón (ayer entre el Big-3 perdieron más balones que todos los Mavericks juntos). Además de todo esto, con Miami a un paso de perder las Finales, Spoelstra debería cargarse a Bibby y jugar más tiempo con Chalmers y Miller. Es ahora cuando aparecen los grandes entrenadores con sus decisiones que pueden dar la vuelta a una serie.
El siguiente partido, ya en Miami, será la madrugada del domingo al lunes y si gana el equipo visitante se proclamará como Campeón de la NBA.
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