La derrota de ayer fue dura, muy dura. Los Spurs tenían que defender la ventaja de campo y ahora no les queda otra que ganar el miércoles en OKC.
San Antonio fue todo el partido por detrás en el marcador y salvando varios minutos con una exhibición de Ginobili en el tercer cuarto, las sensaciones no eran buenas. Se perdía mucho el balón y por momentos el ataque era un completo desastre. Se veía un equipo sin alma y sin ninguna confianza, nada quedaba de lo que se había ganado con la racha de 20 victorias.
A falta de 7 minutos para el final los Spurs perdían de 11 puntos y fue ahí cuando apareció la épica en San Antonio. A base de raza, intensidad y canastas de Duncan y Stephen Jackson los Spurs se llegaron a poner a 2 puntos de los Thunder a falta de menos de dos minutos por jugar. Fue más tarde cuando Harden mató el partido con un triple, aunque luego Manu tuviese la oportunidad de empatar el partido muy forzado desde 7 metros y medio. El marcador final 103-108.
El partido de Manu es digno de destacar, luchó contra todos los Thunder por momentos, penetraba, clavaba triples, asistía... uno más de este argentino. Acabó con 34 puntos, su máxima de esta temporada. Otro que no se intimidó en ningún momento fue el capitán Jack, será clave para conseguir la épica en el sexto. En contra estuvieron James Harden y Durant, que tampoco son mancos.
Ganase quien ganase, lo que está claro es que fue un partido descomunal de baloncesto, uno más en la serie.
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