sábado, 22 de junio de 2013

No pudo ser

No pudo ser. No pudo estar más cerca pero la madrugada entre el jueves y el viernes se acabó el sueño de los Spurs. La manera de perder de este maravilloso equipo no ha podido ser más cruel. Ni más digna.

El recorrido de los Spurs por estos Playoffs ha sido increíble, ajustes maravillosos a cada dificultad que iba surgiendo. Avanzando firmes hacia las quintas Finales de la NBA en su historia a la vez que iban sorprendiendo a todo el mundo. Como dijo Popovich tras el partido se va a tener que encontrar un modo de disfrutar lo que han conseguido estos chicos desde la derrota, no se les puede reprochar nada.

Tras los primeros 5 partidos iban 3-2 ganando y rozaban con los dedos el trofeo en el sexto. Fue en ese momento cuando se evaporó el quinto campeonato, tras un triple milagroso de Ray Allen acabaron perdiendo en la prórroga el Game 6. Ahí estaba el anillo. Sería muy injusto buscar culpable o culpables de esa derrota en un equipo que ganan y pierden todos, fue una simple desgracia.

Un golpe así hizo dudar a casi todos de si este equipo lo superaría y daría la cara en el séptimo partido. Y vaya si lo hicieron, no solo la dieron, si no que se la partieron. Con mucho más corazón que baloncesto aguantaron hasta el final contra una plantilla increíble detrás del mejor jugador del planeta jugando como tal, no habían llegado tan lejos para rendirse o ponerlo fácil. Demostraron que a este equipo lo tienes que matar para ganarlo. Y el encargado de eso fue LeBron James, con un tiro de 6 metros a falta de 27 segundos le daba a su equipo una ventaja que acabó siendo definitiva.

Fue tras perder y asumiendo la derrota cuando llegó lo peor, ver a Tim Duncan tan abatido como estaba debió ser doloroso hasta para los seguidores de Miami Heat. Escuchar a alguien tan grande decir que esa canasta fallada le iba a perseguir siempre dolerá más que perder las Finales en el último minuto del Game 7, no es justo con el mejor ala-pívot de la historia. Antes de Duncan habían salido Popovich y Ginobili. El entrenador de los Spurs tras felicitar al campeón se pareció más a un padre con los ojos lloroso que al sarcástico entrenador de baloncesto, de destacar que evitase hablar de una posible lesión de Tony Parker o de si Danny Green estaba enfermo, este equipo no quiere excusas.

Ahora han de asumir este duro golpe como lo que son, un bloque, y sobreponerse a él. Ya supieron triunfar tras dos golpes tan duros como la canasta en 4 décimas de Fisher o el 2-1 de Dirk Nowitzki en 2006. No será fácil pero deben volver todos más listos que nunca para luchar otra vez. Let's do it for Timmy.

1 comentario:

Matakugiro dijo...

Hay que hacerlo por Timmy. Nunca en mi vida le habia visto así... seguramente la proxima temporada volveremos mas fuertes y con mas ganas. #GoSpursGo