Aquella noche era difícil ser optimista con este equipo, pero San Antonio ha sabido hacer una reconstrucción sin necesidad de parar para volver a empezar. La noche del draft los Spurs mandaron a George Hill a Indiana a cambio de Kawhi Leonard, los rumores sobre un traspaso de Tony Parker o Richard Jefferson eran constantes, McDyess había anunciado su retirada e incluso se llegó a especular con la de Duncan. Y en esas llegó el lockout.
Todos los focos de la NBA estaban en NY y en las maratonianas reuniones de Stern y compañía para tratar de resolverlo, mientras Tim Duncan se entrenaba con algunos amigos y jugadores de los Spurs en el mismo gimnasio que alquiló en 1999, Parker y Manu regresaban a sus respectivos países para no perder la forma y Tiago Splitter pasaba el otoño entre el gimnasio de Duncan y el Valencia Basket, Kawhi Leonard pasaba de no saber tirar a ser un triplista consistente... Mientras otros jugadores se dedicaban a exhibirse en las reuniones para acabar con el lockout o planeaban giras mundiales con equipos repletos de estrellas. Además Parker, Splitter y Ginobili tuvieron tiempo de clasificar a sus equipos nacionales para los Juegos Olímpicos de 2012.
El lockout se acabó y como era de esperar Popovich y RC no se volvieron locos y mantuvieron el bloque en el que confiaban, aunque sin dejar de lado los planes que tenían para mejorar el equipo.
La temporada NBA comenzó y a los Spurs les costó arrancar, en ese momento poco tardó la opinión pública en decir que el equipo era viejo, que era complicado entrar en Playoffs sustentándose solo en el Big-3, que la temporada tan comprimida les perjudicaría... y todo eso se elevó al cuadrado cuando Manu Ginobili se rompió la mano en Minneapolis. Justo en ese momento de la temporada algo hizo click y el equipo empezó a funcionar. Duncan parecía que tenía 5 años menos (¿¿tendrá algo que ver con lo que hizo durante el lockout??), Parker jugaba como nunca antes lo había hecho en San Antonio y las victorias empezaron a llegar. Los Spurs habían cogido la velocidad de crucero y ya no iban a parar. Sin aminorar la marcha les dio tiempo a recuperar a Ginobili, a volverlo a perder y a volverlo a recuperar para la causa. Además los complemetos de Green y Kawhi Leonard ya eran intocables en la rotación habiéndose ganado a pulso sus minutos.
Y entonces saltó la sorpresa el día del trade-deadline, los Spurs mandaban a Richard Jefferson a Golden State Warriors a cambio de Stephen Jackson. Segundos tardaron en aparecer noticias sobre como podía perjudicar el carácter de Jackson a un equipo ya formado como los Spurs. El traspaso fue otra obra maestra de las oficinas de San Antonio, muestra del proceso de reconstrucción en marcha que estaban haciendo de cara a los Playoffs. Además de Jax llegaron Boris Diaw y Patty Mills. Ya entonces se empezó a tomar un poco en serio a este equipo, aunque se decía que los Playoffs son otra cosa, que se acabarían viniendo abajo, que tendrían que acortar la rotación y a ver como respondían los titulares...
El equipo se preparó para los Playoffs y tomó el camino de la excelencia a tiempo justo de barrer a los Utah Jazz en la primera ronda y cuando todo el mundo empezaba a dudar de como responderían ante un juego en la pintura como el de los Clippers, Tim Duncan se ha encargado de darles 4 clinics gratis y guiar a los Spurs a la victoria (21 puntos, 9,3 rebotes, 3,3 asistencias y 2 tapones por partido tirando casi con el 60% de acierto).
Y solo ahora parece que algunos se han dado cuenta de lo que vienen haciendo estos chicos durante toda la temporada y les dan algún crédito de cara a ganar el Oeste. Están de vuelta en las Finales de Conferencia y no han llegado para aplaudir al rival y sentirse orgullosos de su temporada, han llegado luchar por ganarlas y jugar las Finales.
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