Si alguien debía sentirse orgulloso después del Game 4 en Memphis ese era el entrenador de los San Antonio Spurs: Gregg Popovich.
No creo que lo que le guste escuchar a un jugador de 19 años recién llegado a Estados Unidos tras un entrenamiento privado con un equipo de la NBA antes del draft sea que el entrenador de dicho equipo no quiere volverle a ver. Pero eso fue lo que le tocó a Tony Parker. Aún así Pop sí quiso volverlo a ver y acabó eligiéndolo con su elección en primera ronda.
Así ese mismo año Tony Parker embarcó en los Spurs de Tim Duncan y David Robinson para ocupar el puesto de base y tratar de rellenar el hueco dejado por Avery Johnson, mejor base de la historia de los Spurs hasta ese momento.
Desde ese mismo momento Popovich ha ido moldeando un material con muchas posibilidades hasta alcanzar la perfección. Parker ha ido evolucionando de la mano de Pop a la vez que conseguía 3 anillos, siendo MVP en una de las Finales, y ser All-Star. Ese proceso ha sido largo a la vez que bonito, Parker ahora es un asesino, no es el base inconsistente que podía ser antes, huele la sangre y ataca en la herida. Lo mismo en defensa, una de sus asignaturas más flojas.
Esa mentalidad ha ido cambiando a la vez que mejoraba su tiro de media distancia, ahora es una verdadera amenaza e ir por detrás del bloqueo un riesgo.
El último paso en esa evolución fue la pasada temporada. Parker venía de una serie inconsistente viéndose superado por Conley en todo momento frente a los Memphis Grizzlies la temporada anterior y esa temporada no había terminado de arrancar y tomar el mando. Los Spurs estaban sin Ginobili, con una mano rota, y las críticas y rumores entorno a Parker empezaban a aparecer. En esas los Warriors visitaban San Antonio y que Monta Ellis y Stephen Curry estuviesen asesinando a los Spurs desde media distancia no ayudaba nada a parar eso. Es entonces cuando Popovich pide tiempo muerto y entra en la cancha dando voces y gesticulando hacia Tony Parker.
Pudo parecer un cabreo más de Pop pero ese momento transformó al francés. Los Spurs ganaron aquel partido, Parker se cansó y tomó el mando. Desde entonces es el auténtico líder del equipo, un legítimo candidato al MVP y para muchos el mejor base que pueda existir ahora mismo.
La mayor expresión de la perfección mencionada anteriormente es su partido del lunes, el partido que les lleva a las Finales de la NBA. Cuartas para el cuarterto formado por Duncan, Popovich, Ginobili y Parker.
Aniquiló a los Grizzlies en todo momento. Desde dentro y desde fuera, le dio igual. No tuvo piedad y cuando los Grizzlies más se acercaban más caliente estaba Parker. Ni el dedo de Marc a su ojo que le mandó a los vestuarios pudo pararlo, Tony Parker iba a llevar a su equipo a las Finales.
Ahora ese asesino que ha creado Popovich intentaré llevar el quinto campeonato a San Antonio, cuarto para él, a partir del 6 de junio. Solo falta saber el rival. Como él mismo dijo en su twitter: "Let's do it for Timmy".
Esa mentalidad ha ido cambiando a la vez que mejoraba su tiro de media distancia, ahora es una verdadera amenaza e ir por detrás del bloqueo un riesgo.
El último paso en esa evolución fue la pasada temporada. Parker venía de una serie inconsistente viéndose superado por Conley en todo momento frente a los Memphis Grizzlies la temporada anterior y esa temporada no había terminado de arrancar y tomar el mando. Los Spurs estaban sin Ginobili, con una mano rota, y las críticas y rumores entorno a Parker empezaban a aparecer. En esas los Warriors visitaban San Antonio y que Monta Ellis y Stephen Curry estuviesen asesinando a los Spurs desde media distancia no ayudaba nada a parar eso. Es entonces cuando Popovich pide tiempo muerto y entra en la cancha dando voces y gesticulando hacia Tony Parker.
Pudo parecer un cabreo más de Pop pero ese momento transformó al francés. Los Spurs ganaron aquel partido, Parker se cansó y tomó el mando. Desde entonces es el auténtico líder del equipo, un legítimo candidato al MVP y para muchos el mejor base que pueda existir ahora mismo.
La mayor expresión de la perfección mencionada anteriormente es su partido del lunes, el partido que les lleva a las Finales de la NBA. Cuartas para el cuarterto formado por Duncan, Popovich, Ginobili y Parker.
Aniquiló a los Grizzlies en todo momento. Desde dentro y desde fuera, le dio igual. No tuvo piedad y cuando los Grizzlies más se acercaban más caliente estaba Parker. Ni el dedo de Marc a su ojo que le mandó a los vestuarios pudo pararlo, Tony Parker iba a llevar a su equipo a las Finales.
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